Desde tiempos muy remotos, antes de que apareciera el homo sapiens, los hominidos que habitaban este planeta, hacían uso del mundo vegetal que les rodeaba, para modificar su consciencia. Este uso ha continuado hasta nuestros tiempos, manifestándose en diversas formas de consumo y con un entorno mucho más ritualizado.
Por Raúl del Pino
De todas las sustancias existentes, hay una familia, que por sus efectos, nos zambulle en diversas formas de consciencia que trascienden la barrera de lo físico y temporal para mostrarnos la Realidad desde un punto de vista, si no más amplio, por lo menos diferente y único.
Estas sustancias, llamadas psiquedélicos o psicodélicos en el ámbito académico y científico, representan un nutrido grupo de drogas que abarcan un amplio espectro -aunque definido- de efectos. El término psiquedélico , fue acuñado y propuesto por el psiquiatra Humphry Osmond en 1956, tras experimentar con mezcalina.
Pero sus formas de consumo, nos llevan a revisar estas sustancias, no sólo desde el punto de vista de la Psicología , sino desde la perspectiva que nos ofrecen los efectos experimentados. El chamán o el brujo las llaman visionarias , porque con ellas son capaces de franquear las barreras de lo físico y descubrir en el mundo de los espíritus las respuestas buscadas. De experimentar el futuro o el pasado mediante revelación. Enteógenos , llamadas así por el filósofo, el místico o el que ha encontrado reveladoras experiencias espirituales tras esta llave. Alucinógenos , así mal llamados, por los que desconocen el potencial de estas sustancias o por los que buscan en ellas el placer hedonista o la quimérica huida, sin querer que parezca que recrimino el hedonismo que la propia experiencia en sí proporciona.
Desde los albores de la humanidad el uso de este tipo de sustancias ha supuesto un cambio importante en la forma de percibir el entorno y a sí mismo. Desde las pinturas rupestres encontradas en algunas cavernas del norte de África pasando por el inicio de muchas religiones y cultos sincréticos, hasta las formas modernas de consumo que nos abren un panorama bastante interesante dentro del conocimiento de la psique humana. Hemos pasado de las plantas y los hongos a toda una serie de nuevos fármacos diseñados para abrirnos la puerta que disuelve la dualidad humana, este sentirnos ajenos y separados de todo. Aunque en todos los casos, la esencia de la experiencia proporcionada por los psiquedélicos es el éxtasis, en el sentido original de esta palabra «retraer el alma del cuerpo» ( Ott 1996 ).
Estas sustancias nos pueden llevar a paraísos increíblemente bellos o al más despiadado de los infiernos, llevarnos de la ceguera a la luz o de la cordura a la demencia, pero en definitiva, es el sujeto el que marcará el rumbo de la experiencia. Como dijo Gordon Watson dijo: » Los psiquedélicos nos dan el primer verso, somos nosotros los que tenemos que escribir el resto del poema «
