Aceite de cannabis
Para esta técnica utilizaremos alcohol etílico lo más puro posible. Aunque puede servir el alcohol de farmacia es mejor buscar alcohol etílico puro sin indicadores (99%) en una tienda de productos químicos o farmacia. (ATENCIÓN: No se debe usar alcohol de quemar).
Introduce la marihuana troceada en un frasco y echa alcohol hasta que la cubra. Cierra bien el bote y deja que la maría macere durante dos o tres semanas en un lugar oscuro y fresco. Agita el frasco cada tres o cuatro días.
Pasado este tiempo filtra el líquido a través de una tela. El alcohol tendrá un color verde oscuro. Viértelo en un recipiente amplio y poco profundo, sin tapar, y deja que el alcohol se vaya evaporando. No pongas el líquido al fuego para acelerar la evaporación, los vapores del alcohol son muy inflamables y pueden explotar. Mantén abiertas las ventanas de la habitación para que se vaya aireando y no fumes ni enciendas fuego cerca del alcohol.
Conforme va perdiendo líquido, el extracto se vuelve más espeso. Cuando deje de oler a alcohol, recoge con una espátula todo el residuo del fondo del recipiente. Ya tienes aceite de cannabis.
El aceite de cannabis puede mezclarse con tabaco o con maría para aumentar su potencia.. También es posible untar un poco de aceite en un cigarrillo. Si el aceite te resulta muy pringosos y difícil de manejar se puede mezclar con un poco de harina de hoja para hacer un pseudohachís más o menos sólido.
Tintura de cannabis
Para hacer una tintura de cannabis el procedimiento es idéntico al del aceite salvo en la evaporación final. En las tinturas no se evapora todo el alcohol sino que se deja una parte para mantener el extracto en forma líquida. Las tinturas se pueden ingerir mezcladas con algún líquido o sólido. También se puede sumergir un cigarrillo en la tintura y dejarlo secar antes de fumarlo.
Licores cannábicos
Podemos extraer los cannabinoides de la maría macerándola en un licor de alta graduación. El orujo y el ron son dos buenas opciones. En este caso no es necesario evaporar nada de alcohol. Los licores cannábicos se usan para hacer cócteles y provocan un globo diferente al de la maría ya que mezclan sus efectos con los del alcohol. Se aconseja ser precavido con las dosis ya que la mezcla de ambas sustancias puede dar lugar a fuertes colocones.
Extracciones con grasas
Mantequilla psicoactiva
Troceamos la marihuana (100 gramos de hojas) y la echamos en un cazo con cinco tazas de agua hirviendo. Le añadimos 250 gramos de mantequilla y dejamos que hierva durante 20 a 30 minutos.
Pasado este tiempo colamos el líquido a través de una tela para separar las hojas. Hervimos dos tazas más de agua y las echamos sobre las hojas para arrastrar cualquier resto de mantequilla. Dejamos enfriar el líquido y lo metemos en la nevera. En unas horas la mantequilla se habrá solidificado formando una capa sobre el agua. Se saca con una espumadera y se seca con un trapo. Ya está lista para usar.
La mantequilla psicoactiva puede consumirse cruda o bien cocinar con ella. La cantidad de mantequilla necesaria para un colocón dependerá de la potencia de la marihuana utilizada y de la tolerancia del usuario. Cuando la mantequilla se usa para cocinar es necesario utilizar dosis algo mayores ya que parte del THC se destruirá por el calor. Cuanto más rápido y a menor temperatura se cocine, menos cannabinoides se perderán.
Extracto cannábico en aceite de oliva
Esta es una receta cannábica puramente mediterránea con la que sorprender a tus amistades. Se realiza del mismo modo que la mantequilla psicoactiva salvo que se sustituye la mantequilla por aceite de oliva. Una vez filtrado el extracto se debe introducir en el congelador en lugar de en la nevera. Cuando el agua se congele, podremos recoger cómodamente el aceite, que estará muy espeso, con una espátula o una cuchara. Un aceite ideal para aliñar las ensaladas.