La Brujería medieval europea fue un movimiento complejo, en el que se mezcló la lucha contra el poder establecido, el intento de mantener unas tradiciones religiosas precristianas, y el deseo de la iglesia católica de establecer su dominio aun en las zonas mas alejadas.
Según diversos autores, los cultos brujeriles no eran, al menos al principio, un culto opuesto al cristianismo, sino que representaban la pervivencia de religiones antiguas, previas al culto católico. Estas religiones se basaban en la adoración de la naturaleza y de sus principios masculino (el dios astado) y femenino (la diosa). Posteriormente, el cristianismo, en su intento de monopolizar todo culto religioso, identifico al dios astado con el ángel caído y persiguió a todos sus seguidores.
Conviene aclarar que el movimiento satánico actual no tiene nada que ver con la brujería moderna (llamada wicca), ya que esta es un culto anterior al cristianismo y que en nada se opone a él. El satanismo no es mas que una parodia del cristianismo.
La religión brujeril medieval era un culto de éxtasis, basado en el conocimiento y utilización de plantas con fines mágicos. Así, en este contexto, hay que distinguir entre las plantas «mágicas» y las «alucinógenas». Las primeras son las que se encuentran en aquellos vegetales de uso cotidiano que se empleaban para obtener beneficios de tipo «mágico», imposibles de conseguir por otro medio. Su eficacia es discutible, y depende de la fé de cada cual creer en ellas o no.
En cambio, las plantas «alucinógenas» son aquellas que se empleaban para el culto extático, ya que contienen sustancias visionarias. Generalmente las plantas empleadas por las brujas para sus «vuelos» eran las pertenecientes al grupo de las Solanáceas (Belladona, Beleño, Estramonio, Mandrágora, etc). Estas plantas se mezclaban, según diversas recetas, para obtener untos o pomadas con las que los adeptos se frotaban a fin de acceder a estados visionarios. Esta vía de administración se debe a que la alta toxicidad de estos vegetales desaconsejaba el consumo por vía interna, cosa que los yerberos medievales sabían muy bien.
La Brujería era una religión de éxtasis.
En este contexto, cabe recordar que en América la hechicería nativa empleaba como planta sagrada al Tabaco, otro vegetal de la familia de las Solanáceas. El tabaco, preparado y fumado a la manera indígena, es una planta potente, de gran poder visionario que guarda escasa relación con el sucedáneo que se comercializa en Occidente.
Las Plantas
Las plantas Datúreas (Datura spp. y Brugmansia spp. ) representan un amplio conjunto dentro de las Solanáceas. Actualmente se desconoce con exactitud que especies de Datúreas son de origen europeo y cuales han sido traídas de América. Este extremo es muy importante, ya que gran parte del fenómeno brujeril europeo data de épocas anteriores al descubrimiento del Nuevo Mundo.
Entre estas plantas, las mas conocidas son el Estramonio o Yerba del Diablo (D. stramonium), el Toloache (D. innoxia) y la Dama de Noche (B. candida). Las dos primeras son plantas de pequeño porte, de hojas irregulares y olor nauseabundo, adornadas con hermosas flores blancas con forma de trompeta. Las flores exhalan un aroma dulce que atrae a las abejas (la miel que se elabora con estas plantas es venenosa para el ser humano). La principal diferencia entre ambas plantas estriba en que el Estramonio produce frutos espinosos y erectos, mientras que el Toloache presenta sus semillas en capsulas cardas con pequeñas espinas.
La Brugmansia conocida como Dama de Noche, es un gracioso arbusto cultivado ampliamente en los jardines de las zonas templadas y subtropicales, como el archipiélago canario. Esta planta no produce semillas en nuestras latitudes y sólo puede propagarse mediante esquejes.
La Mandrágora (Mandrágora autumnalis) es una hierba perenne de hasta 30 cm. de altura. Su raíz es bastante gruesa y de ella nacen las hojas en una roseta basal. La forma de la raíz, que recuerda levemente a un ser humano, convirtió a esta planta en una de las mas buscadas. Se le atribuyen todo tipo de propiedades, mágicas y alucinógenas, tantas, que sería imposible dar cuenta aquí de todas. Por citar unas pocas: se cree que quien recoja la Mandrágora al pie de un cadalso y la consuma sufre de perturbaciones del comportamiento. Según las creencias populares, la planta puede hacer nacer el amor, curar la esterilidad, multiplicar el dinero e incluso conseguir la invisibilidad . La Mandrágora es la planta mágica por excelencia.
La Belladona (cuyo nombre significa «mujer hermosa», ya que era empleada por las mujeres para dilatar las pupilas y así parecer más atractivas), es un vegetal de llamativos frutos rojos muy atractivos a los niños, a los que causa graves intoxicaciones. Puede medir hasta un metro y medio, con hojas ovales y acuminadas. Las flores, que aparecen en primavera y verano, son pardas a purpureas. Su nombre científico es Atropa belladonna.
El Beleño (Hyosciamus niger)), por su parte, es una planta viscosa y recubierta de pelos, de flores amarillo-pálidas, venosas y llamativas. Como muchas Solanáceas, crece en escombreras o en el borde de caminos y campos. Otras plantas que pudieron ser utilizadas por las brujas son la Dulcamara {Solanum dulcamara) y la Hierba Mora (S. nigrum). Ambas contienen solanina.
Contenido
Las plantas de la familia Solanácea contienen tropanos en mayor o menor proporción. Las sustancias mas comunes, que pueden hallarse tanto en las raíces, como en los troncos, hojas, flores y frutos son la atropina, la hiosciamina y la escopolamina.
Los efectos de estas drogas son muy llamativos y generalmente poco agradables. Consumir las Solanáceas produce somnolencia y alucinaciones en las que el sujeto tiene un carácter pasivo. Las alucinaciones pueden estar relacionadas con sensaciones de vuelo o con giros o bailes. Los efectos secundarios de la intoxicación leve son molestias intestinales y urinarias.
Hay que señalar que la Escopolamina es sedante del Sistema Nervioso Central. La Atropina es antiespasmódica, antiasmática, midriática (dilata la pupila) y analgésica local en uso externo. Es la base de algunos colirios usados por los oftalmólogos en las exploraciones oculares.
Los efectos del envenenamiento con solanáceas son: calor, sequedad de la boca y garganta, sed, nauseas, taquicardia, dificultad en deglutir, la cara se abulta y los ojos brillan al tiempo que se dilatan las pupilas. Afecta al ritmo cardiaco y respiratorio.
La atropina causa una muerte segura si se consumen 100 mg., aunque los efectos pueden ser fatales aun a dosis menores. La muerte suele producirse por depresión de los centros respiratorios. Es fácil detectarla en autopsia.
La solanina, contenida en la Dulcamara y la Hierba mora, es una sustancia narcótica, probablemente alucinatoria y mortal a dosis elevada.
Algunas Plantas Mágicas
AHUYENTAR ESPÍRITUS: ajo, ajenjo, ruda, tomillo.
ATRAER EL AMOR: artemisa, laurel, ruda, valeriana.
AUMENTAR LA POTENCIA SEXUAL: galio.
CONSERVAR LA SALUD: enebro.
CURAR EL MALEFICIO: albahaca, helecho macho, higuera, laurel, limón, naranjo, ruda, romero, salvia, té.
ENLOQUECER A LAS MUJERES: hinojo, mejorana, verbena.
HACER MALEFICIOS: cardo santo.
PROTECTORAS: pulsatilla.
ROMPER EL AMOR: nueces.