Las borracheras se consideraron modelo de estupefacción o embotamiento espiritual. El tema de la templanza por ley fue planteado por Esquilo y otros trágicos griegos, cuyas obras se han perdido, y para cuando esos dramas estaban representándose los ritos orgiásticos de Baco-Dioniso eran en Atenas un culto no ya autorizado sino oficial, que cada año abarcaba varias semanas de fiestas públicas.
