Es un arbusto (Catha edulis), oriundo de Etiopía aunque algún autor dice que nació en Yemen. El caso es que sus hojas y tallos contienen el estimulante vegetal más potente del mundo: la catinona, cuya molécula tiene la misma configuración absoluta que la anfetamina (J.O. 2000).
Un manuscrito arábigo de 1333 ya hablaba del té hecho con las yemas, brotes y hojas tiernas de kat (Rivera y Obón 1991). El arbusto, conocido antes que el café, recibe distintos nombres según el país y la zona donde crece o se masca: kath, qât, quat, tschat o chai.
COMPOSICION
Las hojas frescas de este amargo arbusto africano y de una especie ibérica similar contienen sobre todo catinona, tres veces menos tóxica que la anfetamina. Además hay algo de dexedrina o dextro-anfetamina, efedrina, catina (= d-norpseudo-efedrina) y pervitina nombre comercial aleman para la metanfetamina. Al secarse las hojas la catinona se convierte en catina, también llamada d-norpseudo-efedrina, más suave pero de similares efectos, el único remedio es congelar las hojas frescas, así conservan la catinona durante meses. La catina no llega al 0,1% en las mejores hojas, el contenido medio de alcaloides varía entre 0,034% y 0,076% en hojas de Aden, Yemen. En hojas frescas de Etiopía se encontró 0,9 mg de catinona por hoja y un gramo de hojas contiene 3,27 mg de catinona/catina (Rätsch 2005). Además las hojas de kat contienen vitamina C que ayuda a reducir los efectos secundarios indeseados de las drogas anfetamínicas, como la depresión que sigue al efecto estimulante.
USO
Se cosechan las hojas a los 3 años, mínimo, de ser plantado aunque lo típico es hacer la primera cosecha cuando el arbusto tiene de cinco a ocho años de edad (Rätsch 2005).
Se mascan o se hace té de hojas frescas y tiernas, sin dejar pasar más de dos días desde la recolección. La cantidad por persona en una sesión media de mascado de kat es de 100 a 200 gramos de hojas frescas (Rätsch 2005). Se mascan poco a poco tragando el jugo y reteniendo unos diez minutos el bolo de hojas masticadas a un lado del carrillo, hasta que se escupe o se traga. En Yemen las hojas tostadas y pulverizadas han sido usadas alguna vez para hacer una especie de «café», también se fuman las hojas secas solas, mezcladas con Cannabis o con tabaco que dicen que potencia el kat (Rätsch 2005).
La infusión o mascado de hojas de kat podría ser la alternativa natural para que los usuarios problemáticos de anfetaminas adulteradas «nasales» (speed), cambiaran de forma de uso tal como hacen los heroinómanos al sustituir su adulterada y cara droga por metadona gratuita de calidad farmacéutica. Además la catinona es unas tres veces menos tóxica que la anfetamina (Rätsch 2005). En Londres algunos jóvenes inmigrantes del Cuerno de África usan hojas de kat para ir de fiesta, gracias a las avionetas cargadas de fardos de kat que salen cada semana de Etiopía o Yibuti. Hace unos meses la policía catalana, los Mossos d´Esquadra, incautaron en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) 24,5 kilos de tallos de kat que iban dirigidos a Nueva York. En Canadá y Estados Unidos este arbusto es muy consumido, sobre todo entre la población oriunda de África del Este y países árabes. Según el periodista su precio oscila entre los 300 euros el kilo en Europa y los 600 dólares en USA (Público 13-02-08).
EFECTOS DEL KAT
Sus efectos son los mismos que la anfetamina o speed: hiperactividad física o mental, retraso del sueño, el cansancio y el hambre, optimismo, locuacidad o verborrea, excitación y alegría, claridad mental. Sólo que el mascado de las amargas hojas frescas de Kat se va haciendo poco a poco, por lo que la absorción de sus anfetaminas es lenta y de efectos prolongados. «El qât, de gusto áspero y no muy agradable, tiene unos efectos suaves, parecidos a los producidos por las anfetaminas. Primero, un periodo de bienestar y exaltación invade al individuo, las conversaciones, llenas de optimismo, se animan. Luego aparece una etapa de abatimiento en la cual las discursiones decaen sensiblemente, hasta convertirse en pensamientos y reflexiones»
(Bernabeu 2001).
POSIBLES DAÑOS
Después de mucho masticar puede inflamarse la boca. Las primeras mascadas o infusiones de kat pueden producir nauseas, dolor de estómago y disminución temporal de la capacidad cardiovascular, en algunas personas. Tras la estimulación viene la depresión y el cansancio, seguido a veces de adormecimiento. El abuso diario acaba por producir impotencia y una psicosis tóxica como la de la anfetamina. Si tienes enfermedades cardiovasculares mejor que masques chicle y abandones el café. El consumo diario de kat durante años puede producir desórdenes cardíacos y se dice que la abundancia de solteros en Yemen está relacionada con la práctica masculina de mascar a diario kat durante toda la vida, lo cual reduciría su deseo erótico (Rivera y Obón 1991). Se casan con las hojas de kat… ¡y sin divorcios! En 1964 un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) dijo que el kat no produce dependencia física (como si ocurre con los opiáceos), incluso en usuarios con tolerancia.
LEY ABSURDA: HOJAS PROHIBIDAS, SEMILLAS Y PLANTAS VIVAS LEGALES
La planta viva de Kat NO está prohibida pero sus amargas hojas son ilegales en USA, Canadá, Suiza, Suecia, Arabia Saudí, Omán, Emiratos Árabes, Etiopía y la mayor parte de Oriente Medio dónde a pesar de su ilegalidad es consumida por gran parte de la población. En Arabia mientras las hojas frescas están prohibidas, las secas se venden para hacer té en los supermercados. Un amigo que viajó a Tanzania nos informó de la costumbre local de mascar los tallos superiores de Kat cortados en trocitos cortos. Sólo es legal en Yemen, Somalia y Yibouti, dónde se vendían manojos de 50 gramos de Kat al equivalente a seis euros (Bernabeu 2001; Rätsch 2005). Las zonas más importantes de cultivo están en Etiopía y Yemen pero también se cultiva en Kenia, Madagascar (norte), Turkistán, Israel, Zambia, Pakistán y Afganistán (Rätsch 2005).
En España sólo están prohibidas las hojas destinadas al uso terapeútico (curativo) fuera de las farmacias (que no la comercializan), así como la catina que sólo podría venderse en farmacias y con receta médica al figurar en la Lista III. La catinona, que sólo está presente en las hojas frescas, está prohibida en todo el mundo al figurar en la lista I del Convenio de Viena de 1971 (CGCOF 1993).
CULTIVO
Siembra en primavera temprana en semisombra. Evita los suelos húmedos, mal drenados, crece mejor en tierra arenosa para horticultura, tierra para cactus, vermiculita o cualquier mezcla de estos tres compuestos, aunque se adapta a muchos climas y terrenos. Es importante que el substrato drene muy bien porque el Kat es propenso a los ataques de hongos parásitos que pueden matar los brotes. Se siembran muy juntos, a una profundidad de unos 5 cms, en las tierras altas aunque con regadío pueden cultivarse a más baja altitud. Riega hasta humedecer ligeramente la superficie de la tierra, y pon el tiesto en una habitación cálida y luminosa pero que no le dé el rayo directo del sol. Humedece la superficie cuando se haya secado por completo. En verano puede ser todos los días, en primavera cada 3 o 5 días. Ocasionalmente puedes regar un poco más y aplicar un anti-fúngico como «Cheshunt Compound» en el agua de riego, para prevenir la formación de moho. El Kat sólo crece normalmente entre los 1000 y los 2400 metros, siempre que no haya heladas y no le falte agua. Puede que las semillas germinen en una semana, si no puede que necesiten más o menos agua o más calor o sólo más tiempo. Cuando germinen no les conviene nada de sol directo. Gira los tiestos con regularidad ya que las plántulas crecen hacia la luz. Cuando alcanzan los 5 o 10 cms de altura pueden ser trasplantadas a tiestos individuales. A partir de esqueje tarda 5 años en poder ser podado pero tolera los suelos pobres. Necesita más bien poca humedad y lluvias anuales de entre 70 y 80 cc. Con menos de 40 cc. hay que regar. El arbusto vive de 30 a 100 años. Es un arbusto resistente que puede alcanzar 3,5 metros de altura. Las hojas de las plantas jóvenes tienen un bonito color bronce muy apreciado en jardinería ornamental.
TRASPLANTE
Usa a partes iguales perlita y tierra normal de floristería-jardinería. La perlita drena bien y retiene suficiente humedad. Pon también 2 cms de gravilla en el fondo del tiesto para un mejor drenaje. Un cm de piedras para cactus (cantos rodados de río) en la superficie de la tierra evitará que la perlita «flote» hacia la superficie, combate la excesiva evaporación, previene el compactamiento de la tierra al regarse desde arriba y queda bien. A menudo las plantas serán más pesadas y altas que robustas por lo que suelen doblarse o curvarse por su propio peso. Se les puede sujetar con una caña. Es importante mantener la planta de Kat en un lugar seco porque el exceso de agua la daña. Perderá todas sus hojas si se sobreriega, aunque suele recuperarlas si se cesa el encharcamiento. Un buen drenaje es esencial. Un suelo compactado o demasiado rico pudrirá las raíces. A pesar de que estas plantas necesitan lugares secos, cuando son jóvenes requieren un riego regular, como media una vez a la semana más o menos. La transición de una ligera marchitación a una completa desecación de las hojas es bastante rápida en el Kat, sobre todo en verano. Si ves que las hojas se marchitan o parecen secas, rizadas o encrespadas, riega de inmediato.
KAT CANARIO Y KAT ANDALUZ.
No sólo el sur de Arabia y el cuerno de África tienen especies de Catha, en la costa andaluza entre Murcia y Málaga y sobre todo en la Costa Tropical de Granada crece el espino cambrón o Catha europaea (= Maytenus senegalensis var. europaeus), que según el profesor Mayor Zaragoza de la facultad de farmacia de Madrid, posee las mismas propiedades y principios que la Catha edulis (Moreno 1986). Crece cerca del mar sobre laderas rocosas, erosionadas y soleadas.
En la laurisilva canaria crece el peralillo, Maytenus canariensis o Catha cassinoides. Sus frutos y hojas tienen propiedades medicinales antirreumáticas, anorexígenas y emolientes. Es usado por los pastores para combatir el hambre y la fatiga con un efecto similar al producido por el “Khat” (Otero 1984).
REFERENCIAS: artículos y libros.
CGCOF 1993. Catálogo de especialidades farmaceúticas 1993. Consejo General de Colegios Oficiales de Farmaceuticos. Anexo I sustancias prohibidas por el Convenio de Viena de 1971.
Bernabeu, Marc. 2001. Los senderos del Qât. Artículo en la revista Cáñamo Especial 2001, páginas 137 a 140
Integral 1992. El número de septiembre de esta revista barcelonesa contenía un interesane artículo: «El Kat, la droga de Yemen».
J.O. 2000. Artículo «La planta del mes» en la revista Cáñamo nº 28, de abril. Página 80.
Otero, J. 1984. Nuestras hierbas medicinales, Caja insular de Ahorros, Santa Cruz de Tenerife.
Moreno, G. & al. (1986). Guía INCAFO de los árboles y arbustos de la Península Ibérica. INCAFO. Madrid.
Rätsch, C. 2005. The encyclopedia of psychoactive plants. Park Street Press. Vermont. U.S.A.
Rivera, D. y Obón, C. 1991. La guía de Incafo de las plantas útiles y venenosas de la Península Ibérica y Baleares (excluidas medicinales). Incafo. Madrid
Rushby, Kevin 2001. En busca de las flores del paraíso.Viaje a través de los campos de droga de Etiopía y Yemen. Ediciones Península. Barcelona. 390 páginas, 15 € Este libro de viajes contiene un mapa de Yemen, fotos en blanco y negro, y un pequeño diccionario guía para el aficionado al Kat.
Público 13-02-08. Fardos de «khat», una droga desconocida, en El Prat. Madrid.R.V.