RESEARCH CHEMICALS: TRIPTAMINAS Y FENETILAMINAS (I)
Tienes en tus manos una pequeña guía sobre una serie de sustancias poco comunes en cuanto a consumo popular se refiere, pero que por algún motivo has consumido, pretendes consumir, estás cerca de alguien que las consume o quieres saber sobre ellas. A lo largo de los siguientes números iremos publicando toda la información relativa a las «sustancias químicas de investigación»
Como nombre genérico se denominan Research Chemicals (RC’S), que en inglés significa «sustancias químicas de investigación». Asimismo, existe mucha literatura en la que se las llama «nuevas sustancias de síntesis». Esto no quiere decir que sean sustancias nuevas, unas lo son y otras ya fueron sintetizadas hace muchos años. Sobre todo son drogas de las que se sabe muy poco, de las que prácticamente no hay estudios farmacológicos ni toxicológicos, así como escasa experiencia y estudio de las consecuencias de su consumo, a diferencia de otras sustancias que sí han sido utilizadas por millones de personas y durante muchos años: MDMA, cannabis, etc. Sobre algunas sustancias la poca información disponible consiste únicamente en descripciones de las experiencias y conocimientos de unas pocas personas que las han probado, ya que su consumo queda restringido a grupos que las utilizan con fines experimentales y psiconaúticos. Digamos que hay mucha más literatura psiconáutica que científica. Por este motivo, la gran mayoría de los riesgos derivados del consumo de estos compuestos no han sido estudiados e identificados clínicamente.
Todas estas drogas pertenecen a dos familias de sustancias químicas: triptaminas (indolaminas) y fenetilaminas (anfetaminas psicodélicas), en referencia a su naturaleza estructural química, y como tal se engloban en multitud de publicaciones y páginas web especializadas. Sin entrar mucho en terminología química más especializada, básicamente hablamos de dos familias de sustancias psicodélicas, es decir, con propiedades para distorsionar la percepción normal de la realidad. Sólo hay unas pocas que provocan efectos estimulantes y empatógenos (también llamados entactógenos). El hecho de saber si pertenecen a una familia química o a otra nos puede orientar sobre sus efectos. Las triptaminas (indolaminas) se caracterizan por provocar mayoritariamente efectos psicodélicos, con alguna excepción que añade toques estimulantes o empatógenos. Como triptaminas populares tenemos la LSD-25 y la psilocina (hongos alucinógenos). En las fenetilaminas (α-fenetilaminas) normalmente sus efectos son psicodélicos, pero además provocan una amplificación de las emociones. También ocurre un efecto estimulante. Un gran número de usuarios describe las visiones y los trances más coherentes y lúcidos con las fenetilaminas que con las triptaminas. Como fenetilaminas más populares encontramos la mescalina o la MDMA (única fenetilamina con efectos solamente empatogénos).
Aunque cada sustancia tiene sus propias características, los efectos de muchas de estas drogas están más cerca de los de la LSD o los hongos psilocíbios que de la calidez y la empatía de la MDMA. Mientras algunas de ellas producen leves alteraciones de la percepción, otras son capaces de introducir de forma súbita al consumidor en una realidad alternativa. En la mayoría de los casos, pequeños aumentos en la dosis pueden incrementar los efectos de forma notable. La duración de los efectos también es muy variable: por ejemplo, la experiencia con 5-MEO-DMT dura unos veinte minutos, mientras que la de la 5-MEO-AMT (que se diferencia en un único grupo de carbono) puede prolongarse durante dieciocho horas. Por todos estos motivos, resulta imprescindible documentarse lo mejor posible acerca de los efectos y los riesgos de una droga determinada antes de consumirla y no hacerlo sin estar seguro de su cantidad, calidad y procedencia. De lo contrario, es probable enfrentarse a una experiencia cuando menos desagradable.
Aunque algunas de estas sustancias puedan encontrarse en algún momento en clubs, raves o discotecas, su presencia en ambientes recreativos es todavía minoritaria. En realidad, se trata de drogas usadas, mayoritariamente, en círculos restringidos de personas que las utilizan ocasionalmente en entornos controlados, con fines de autoconocimiento, contemplativos o creativos (psiconáuticos).
Algunas de las sustancias incluidas en este documento hoy no se consideran RC’s porque su consumo se ha popularizado en los últimos años: es el caso de la 2CB o la DOM, pero que creemos conveniente incluir, a modo orientativo, por ser muy buenos representantes de grupos de sustancias que aparecen en este listado. Hay sustancias que nunca se han considerado RC’s, sino que han sido utilizadas como adulterantes o peligrosos análogos de otras sustancias más populares (por ejemplo, la PMA), pero que por su poco conocimiento, su pertenencia a las familias químicas que aquí tratamos y su alta toxicidad hemos considerado mencionarlas.
Las sustancias, en el presente trabajo, están organizadas por diferentes criterios jerárquicos: primero, por su familia química (fenetilaminas y triptaminas); segundo, por la duración de sus efectos (de corta, media y larga duración); y tercero, por los principales efectos que provocan (psicodélicos o alucinógenos, empatógenos o entactógenos y estimulantes).
Mecanismo de acción de las RC’s: ¿Qué hacen estos compuestos en el cerebro?
Hoy en día no se conoce en profundidad cómo funciona el cerebro. Sobre esta base, tampoco se sabe mucho sobre cómo interaccionan las drogas con el cerebro, produciendo cambios tan notables en la conciencia. Sólo hay atisbos o pequeñas aproximaciones a los complejos cambios que generan las diversas sustancias en el sistema nervioso. Entre estos atisbos, se sabe que el efecto psicodélico (alucinógeno) de las triptaminas y fenetilaminas está relacionado con la unión de estas sustancias a los neurorreceptores de serotonina (un neurotransmisor), 5HT2A principalmente. También se unen a otros neurorreceptores serotoninérgicos (5HT1A, 5HT1C, 5HT2A, 5HT2B, 5HT2C) y a receptores dopaminérgicos (de dopamina, otro neurotransmisor). Para complicar más el asunto, existen sustancias de las explicadas en este documento (IMAOS: inhibidores del enzima mono-amino-oxidasa) que impiden la degradación de serotonina, es decir, su eliminación de los espacios interneuronales. Este fenómeno también modifica considerablemente los efectos en la conciencia.
Por la investigación realizada hasta ahora, se sabe que cuando una rata o un ratón (animales con los que más se ha investigado en materia de neurofarmacología) se encuentran sometidos al efecto de un poderoso psicodélico como la LSD, la barrera hematoencefálica (frontera física que separa y gestiona el paso de sustancias entre la sangre, los vasos capilares del cerebro, las neuronas y los espacios interneuronales) deja de funcionar de la manera habitual. Es entonces cuando esta barrera permite el paso de muchas sustancias (por ejemplo, proteínas, sales y demás compuestos de la sangre) que habitualmente no entrarían. Este proceso también podría explicar muchos cambios producidos en la conciencia del individuo.
En lo que respecta a las sensaciones de empatía y abertura emocional (como las provocadas por la MDMA y otras RC’s), se cree que son debidas a un vertido masivo de serotonina en los espacios interneuronales, a un impedimento en la recaptación de esa serotonina y también se produce una acción directa sobre los receptores 5HT de serotonina.
Los efectos estimulantes de las RC’s tienen que ver con la unión de diversas drogas (sobre todo fenetilaminas o anfetaminas psicodélicas y también algunas triptaminas) con los neurorreceptores alfa-adrenérgicos, diana de los neurotransmisores adrenalina y noradrenalina.
En los trances con estas sustancias se producen, en ocasiones, sensaciones de placer. Esto quiere decir que de alguna manera se están activando los centros cerebrales del placer. Los neurorreceptores dopaminérgicos (diana del neurotransmisor dopamina) están relacionados con estas sensaciones, pero no sólo ellos.
Hay que tener en cuenta que durante una sesión con una droga psicodélica concurren a la vez o consecutivamente sensaciones de empatía, excitación, placer, fenómenos de distorsión auditiva, visual, de propiocepción (percepciones interiores de la persona), de sinestesia, de pánico, de terror y de entendimiento absoluto de la realidad y el universo. Por lo tanto es fácil hacerse una idea del enorme nivel de complejidad de procesos cerebrales y neuronales en el que nos movemos.
En definitiva, la ciencia todavía está muy lejos de establecer un modelo que explique con claridad la acción de las RC’s y demás drogas psicodélicas en el cerebro.
FICHA SUSTANCIA
2CB (Nexus, Afro)
Descripción
Es la abreviatura de 4-bromo-2,5-dimetoxifenetilamina. Fue sintetizada por primera vez por Shulgin en 1973.
Dosis y tiempos
Ingerido es activo a partir de los 5 miligramos.
Dosis baja: hasta los 10 miligramos. Dosis moderada: 15-25 miligramos. Dosis alta: 25-40 miligramos (este nivel puede producir, con frecuencia, estados de miedo y estados psíquicos desagradables).
La administración intranasal provoca rápidos y potentes efectos pero la sensación de quemazón es extremadamente intensa. La dosis intranasal ronda 1/3 de la dosis oral.
Según Shulgin no hay sobredosificación somática, pero a partir de los 40 miligramos el viaje se puede inclinar hacia formas agudas de miedo; sin embargo, las constantes vitales siguen funcionando de modo satisfactorio. La mezcla con MDMA y análogos provoca una potenciación muy notable de los efectos, tanto de una como de la otra sustancia. En el rango de los 12 a los 24 mg, una diferencia de 2 mg puede producir un incremento profundo o cambio en la respuesta (Bouso, 2005).
Mecanismo de acción
La 2CB es un agonista parcial de los neurorreceptores de serotonina 5HT2A y 5HT2C. También es un agonista parcial de los receptores μ1-adrenérgicos (implicados en el estado de alerta). Y presenta una cierta afinidad por los neurorreceptores de serotonina 5HT1A, 5HT1B y 5HT1C. Claro que todo esto sólo se ha visto en ratas y ratones.
Efectos
Los efectos tardan aproximadamente entre media y una hora en empezar (con el estómago lleno puede subir mucho más despacio). La meseta de los efectos puede durar entre dos y cuatro horas. En total transcurren de cuatro a ocho horas desde la toma hasta alcanzar el estado inicial.
En el comienzo de la experiencia parece producirse una especie de sentimiento de expectación o de inquietud. Normalmente tiene lugar una sensación de aumento de energía en el cuerpo y las cosas comienzan a ser percibidas de manera diferente a la usual. Posteriormente, los efectos se intensifican, provocando un amplia variedad de cambios perceptivos: dilatación de la pupila, patrones visuales y movimiento, estimulación mental, nuevas perspectivas, sensación de perspicacia, cambios emocionales (buen humor o introspección), ansiedad y confusión.
Se trata de un psicodélico moderado, con un ligero toque positivo y estimulante. Muchas personas dicen que se encuentra a caballo entre la LSD y la MDMA (aunque no produce los efectos de estas dos sustancias mezcladas). De cualquier manera, no llega a expandir la mente tanto como la LSD o los hongos psilocíbicos y no llega a ser tan positivo y estimulante como la MDMA. Sin embargo, hay personas que los efectos estimulante y positivo lo equiparan a los producidos por la MDMA.
Usuarios de esta sustancia refieren fuertes efectos físicos, con una estimulación entre sexual y sensual. Parece ser que esta característica es más notoria si se mezcla con MDMA. Según Alexander Shulgin, el afrodisíaco definitivo será diseñado a partir de la 2CB. Por el contrario, otros consumidores encuentran esta sustancia inhibidora de la sexualidad.
Algunos consumidores experimentan un aumento de sus habilidades para la comunicación verbal, mientras que otros se sienten incapaces de dilucidar claramente sus ideas. Unos adquieren una gran capacidad y claridad mental acompañada de una importante estimulación, mientras que otros describen un sentimiento de pesadez mental, acompañado de relajación física, flojera, la cual puede traducirse en una ausencia de deseo de entrar en procesos intelectuales complejos.
La 2CB, en dosis medias y bajas, tiene la interesante cualidad de facilitar la comunicación de los sentimientos. A menudo ocurren fluctuaciones entre sentimientos muy complejos y sentimientos muy tranquilos y serenos, de una manera rápida e inesperada. Esta cualidad puede ser usada, al igual que con la MDMA, para la solución de conflictos emocionales.
En algunas personas se han producido molestias de estómago (a veces incluso diarreas), gases, náuseas y raramente vómitos. También se han producido casos de reacciones alérgicas, con producción y acumulación de excesiva mucosidad en el tracto respiratorio y en los pulmones. Al igual que con otros psicodélicos, se pueden producir efectos no deseados de ansiedad, visiones y pensamientos espantosos. De una forma significativamente más tenue que con la LSD, pueden acontecer fuertes cambios temporales en la experiencia individual de la vida y de la realidad. Con dosis altas es importante tener muy en cuenta el ambiente y el estado de ánimo con que se vive la experiencia (set and setting), ya que se pueden producir potentes experiencias psicoactivas. Además, se hace necesario tener un buen conocimiento y preparación para abordar trances de pánico o malos viajes durante el transcurso de la experiencia.
Algunas personas describen la experiencia de la 2CB como más plástica y maleable que con otros psicodélicos más poderosos. Uno puede aprender a manipular en profundidad el viaje. Después del viaje, la mayoría de los usuarios refieren efectos suaves y poco persistentes. No obstante, hay casos de efectos físicos y psicológicos adversos o desagradables que persisten. No se conoce adicción. Se desarrolla tolerancia a partir del segundo día de estar consumiendo.
Contraindicaciones
No es aconsejable con IMAOS antidepresivos (fenelzina, tranilcipromina, isocarboxacido, l-deprenil, moclobemida…) o IMAOS de la ayahuasca (Banapteriopsis caapi, Peganum harmala, harmina y harmalina).
La mezcla con IMAOS puede ser peligrosa. Si se decide consumir, es necesario consultar al médico. Evitar consumir si se sufren desórdenes convulsivos, problemas del corazón, diabetes (puede alterar los niveles de azúcar en la sangre).
Legalidad
En España está controlada. La orden SCO/469/2002, de 19 de febrero, incluye a la 2CB en la lista II del anexo I del Real Decreto 2829/1977 de 6 de octubre, por el que se regulan las sustancias y productos psicotrópicos. Es una sustancia controlada en EEUU, Australia, Canadá, Holanda, Noruega, Polonia, Suiza, Suecia y Reino Unido.
Más Información:
Poveda, José Maria: Chamanismo, el arte de curar. Ediciones Temas de Hoy; 2001, pp. 258-259 [referencia a esta sustancia en un capítulo escrito por Jonathan Ott sobre los embriagantes chamánicos, en este libro].
Escohotado, Antonio: «2CB», en Cáñamo, Especial 2003: sexo y drogas. 2003, pp. 68-69 [artículo realizado por Antonio en relación a la aplicación del uso de sustancias en la práctica sexual].
http://www.erowid.org/chemicals/2cb/2cb_basics.shtml [en inglés, información básica sobre 2cb].
http://www.erowid.org/chemicals/2cb/2cb_effects.shtml [en inglés, para profundizar un poco más].
http://www.mind-surf.net/drogas/2cb.htm [en castellano].
www.agemed.es/legislacion/espana/pdf/RCL_2002_676Vigente.pdf [orden SCO/469/2002, de 19 de febrero por la que se incluye a la 2CB en la Lista II del anexo I del Real Decreto 2829/1977 de 6 de octubre].