Además del uso con fines recreativos o placenteros, y del uso mágico-religioso de las plantas de poder, hay también un uso curativo similar a cualquier otra planta medicinal. A veces, como ocurre entre los nativos mexicanos, el uso mágico-religioso es de competencia exclusiva de curanderos y chamanas, mientras el uso medicinal de setas y cactus está abierto al empleo por el común de la población, eso si, a dosis sub psicodélicas o por otras vías de administración como por ejemplo la pomada de peyote, muy útil para dolores y heridas. En los últimos años se están haciendo muchas investigaciones médicas sobre terapéutica con peyote, ayahuasca, LSD, MDMA (éxtasis), etc.
Amanita muscaria: Hongo Matamoscas
La seta roja con motas blancas es usada como medicina por los Khanty de Siberia, para la fatiga psicofísica y contra la mordedura de serpientes venenosas. Rusos y ucranianos rurales empleaban Amanita muscaria por vía externa, sobre la piel, para aliviar problemas de las articulaciones (Ott 2000).
Esta seta fue usada como anti-depresivo y sustituto del vino en la Italia de los años 1860 a 1890, cuando la mayor parte de los viñedos europeos fueron dañados por un parásito, desapareciendo muchos vinos. El médico italiano Grassi fabricó unas bolitas con Amanita seca prensada, que pesaban uno, dos o tres gramos, según se desease un efecto leve, medio o fuerte, y recetaba dos o tres ingestas diarias espaciadas de tres a cuatro horas. Grassi concluyó que la Amanita muscaria, en esta dosificación, produce una ebriedad no tóxica y que es utilizable como sustituto del vino.
En el siglo XIX la Amanita muscaria era un remedio casero y una medicina recetada por los médicos para la epilepsia y la fiebre, por vía externa se aplicaba para las fístulas ulcerosas (Rätsch 2005).
En época reciente un famoso activista cannábico dio a conocer que se curó de una parálisis facial tomando una pequeña cantidad diaria de Amanita muscaria.
Las farmacias homeopáticas venden tintura madre de Amanita con el nombre de Agaricus muscarius T.M. como remedio para la depresión, los tics, la epilepsia, menopausia, sobreexcitación, y problemas intestinales. Se trata de una tintura de 35 gramos de setas en cien mililitros de agua. También se ha usado con tintura de raíz de Mandrágora para la enfermedad de Parkinson (Ott 2000; Rätsch 2005).
Anadenanthera colubrina: Cébil, Villca
Las visionarias semillas triptamínicas de este árbol sudamericano son usadas por los nativos Mataco en sus ceremonias mágico-religiosas. Un té hecho de semillas de cébil y raíz de Polypodium se usa para aliviar problemas digestivos. Las semillas también se añaden a la cerveza local como remedio para la fiebre, melancolía, y otros males misteriosos. Semillas mezcladas con azúcar se usan como diuréticas (para promover la orina), y para potenciar la fertilidad femenina aunque al mismo tiempo se consideran abortivas. Habría que saber la dosificación exacta para ambos usos.
La resina de la variedad colubrina se usa como la goma arábica, y se dice que suprime la tos. La Anadenanthera colubrina tiene dos variedades: Cébil y colubrina. Esta última parece que nunca ha sido usada con propósitos psicodélicos, en cambio sus semillas secadas al sol se esnifan para remediar constipados, catarros crónicos y dolores de cabeza. Los Mataco usan un cocimiento de vainas verdes de Cébil para lavarse la cabeza cuando les duele.
Atropa belladonna: Belladona
La reina de las Solanáceas ha sido usada desde tiempos inmemoriales como analgésico (para aliviar dolores), y contra la depresión, psicosis, y otras enfermedades mentales. Algo de este uso psiquiátrico de la belladonna se ha mantenido en el norte de África. En Marruecos las bayas secas se hacen en forma de té, con agua y azúcar, para “ayudar a producir un buen estado mental”. Dicen que este té es afrodisíaco para los hombres y que “una pequeña dosis de belladona clarifica la mente potenciando la actividad intelectual”. Un par de bayas frescas dicen que aumenta la memoria. Recordad que la sobredosis de belladona es mortal de necesidad, lo que no impidió que durante el primer tercio del siglo XX se vendiese una pomada de belladona al precio de cinco pesetas, fabricada por el laboratorio madrileño “Labol”. Hoy día sólo puede comprarse Atropa belladona T.M. (Tintura Madre) en farmacias homeopáticas, para numerosas dolencias.
En el siglo XIX extractos de belladona (raíces y hojas) fueron usados para tratar la ictericia, hidropesía, toses irritantes y convulsivas, enfermedades nerviosas, escarlatina, epilepsia, neurosis, cólicos renales, enfermedades de la piel, inflamaciones oculares, y enfermedades de los tractos urinarios y respiratorios, garganta y esófago.
Boswellia carteri: Franquincienso
La resina de un arbusto africano es el verdadero y primigenio incienso, la droga de los curas. Raphael Mechoulan y su equipo, de la Universidad de Jerusalén, inyectaron en ratones acetato de inceol, uno de los componentes de la resina de Boswellia. Esta resina es el llamado franquincienso, el más utilizado en el Medio Oriente. El incesol redujo la ansiedad y los síntomas de depresión en los ratones. Así, en el test de ansiedad, los animales inyectados se mostraban menos asustados que los ratones inyectados con un placebo.
El acetato de incesol, una droga suave, ha resultado diez veces menos potente que el Valium en cuanto a reducción de la ansiedad, afirma Mechoulam. Pero añade que es probable que durante las ceremonias religiosas sean los curas que lo queman quienes más inhalan su humo, los únicos que sientan sus efectos. El acetato de incesol podría ser una nueva medicina de la ansiedad y la depresión si pudiese sintetizarse en formas más potentes y si mejorase el estado de ánimo en ensayos con humanos (http://cienciaeninternet.blogspot.com/2008_12_01_archive.html). En Etiopía el franquincienso es quemado como fumigante para bajar la fiebre y como tranquilizante. En los años 90 un extracto estandarizado de resina de Boswellia serrata ha sido usado con éxito en casos de artritis reumatoide (Etzel 1996).
Datura stramonium: Estramonio
Cigarrillos hechos con hojas de estramonio se fumaban como hipnótico y para aliviar el asma y las insanias mentales hasta bien entrado el siglo XX, en herboristerías españolas se vendían cigarrillos de un gramo de hojas secas picadas de estramonio, solas o mezcladas con tabaco. Para favorecer su combustión las hojas de estramonio se bañaban en una disolución de nitrato potásico y se ponían a secar. La fumación de estramonio debe ser suspendida si se notan náuseas, sequedad de garganta o perturbaciones visuales (Font 2000).
Ahora se venden diluciones homeopáticas de Datura stramonium contra la tos irritante, el asma, las neuralgias, la excitación nerviosa y los desórdenes mentales. La planta entera contiene alcaloides tropánicos: hiosciamina, escopolamina, etc.
Ephedra gerardiana: Ma-huang, efedra
En medicina ayurvédica (la medicina tradicional hindú), seis gramos de efedra se hierven en agua diez minutos. El líquido filtrado se bebe para aliviar resfriados, toses, jadeos, bronquitis, asma, artritis e hidropesía. Según Laza Palacios, en su libro sobre plantas medicinales de Málaga, una de las especies ibéricas de efedra, la Ephedra fragilis, “se emplean en cocimiento los tallos jóvenes, como antiasmático, antirreumática, sudorífica y estimulante, gozando de gran prestigio en la Medicina popular” (Font 2000). Esta cita es de un libro de 1939 y al menos hasta 1998 podían comprarse bolsas de tallos de efedra en algunas herboristerías españolas, avitualladas por PLAMECA (Plantas Medicinales de Cataluña) y otros grandes almacenes de herboristería. El catálogo de Amorós S.A. ofrecía el kilo de efedra a 610 pesetas en enero de 1998. Hoy aun pueden comprarse pastillas de EFEDRINA LEVEL, de 50 miligramos de clorhidrato de efedrina, en farmacias. Dependerá del boticario si hay que presentar o no la preceptiva receta médica. En caso de que su consumo se dispare volverán a ser retiradas de las farmacias, como ya lo fueron en los años noventa tras el escándalo mediático del llamado “herbal éxtasis”.
Erythroxylum coca: Coca
La hoja de coca es la “aspirina de los Andes” porque se usa para todo tipo de dolores. Neuralgias, reuma, catarros, gripe, problemas digestivos, cólicos, dolor de tripas, mal de altura, agotamiento, etc. Las hojas de coca se fuman para combatir la bronquitis, el asma, y las toses.
El té de coca (mate de coca) está recomendado para la diabetes, la digestión, la diarrea, estados de agotamiento, y para suprimir el apetito como ayuda en dietas de adelgazamiento. El té es efectivo tanto para curar como para prevenir el mal de altura, que sobreviene cuando uno camina por alta montaña, con escasez de oxígeno.
Varias tribus amazónicas beben té de hoja de coca variedad Ipadú para aliviar dolores en la región cardiaca.
Cocaína de la casa Merck, conocida como “la insuperable”, se vendía en las farmacias españolas de los años veinte a 4 pesetas el gramo. La Tónica Kola (más tarde Nuez de Kola Coca) se hacía con nueces de Kola y hojas de coca del Perú, y se anunciaba como el “más higiénico y exquisito de los licores”. Recomendado por eminencias médicas como tónico, digestivo y reconstituyente (Usó 1996). Hoy la hoja de coca se vende por Internet, desde webs seguras del Perú, país donde es legal, a unos cien euros el kilo.
Unos cien gramos de hojas de coca son suficientes para aportar la cantidad diaria recomendada de las principales vitaminas y minerales, según J.A. Duke, 1975, Universidad de Harvard (Ott 1998)
Humulus lupulus: Lúpulo
Esta trepadora de la familia del Cannabis (Cannabaceae o Cannabinácea) fue llamada Cannabis lupulus. Un té calmante se prepara con dos cucharaditas de flores femeninas en un cuarto de litro de agua hirviendo, se deja reposar tapado un cuarto de hora y se filtra. El lúpulo se vende en herbolarios, su efecto sedante es suave, aunque hay extractos potentes, tanto en farmacias como en herboristerías. El departamento de salud alemán ha recomendado el té de lúpulo como sedante contra la ansiedad y el insomnio. La lupulona tiene propiedades antibióticas y es la responsable de darle el sabor amargo a la cerveza. También retrasa la eyaculación precoz (Rätsch 2005).
El lúpulo crece silvestre en el norte de la Península ibérica, lo hemos visto trepando por las laderas del monte Urgull, en San Sebastián-Donostia. Además de los efectos sedantes la tisana de lúpulo es diurética y estomacal y en la antigüedad se rellenaban almohadas con flores de lúpulo, contra el insomnio y las pesadillas (Font 2000).
Hyoscyamus niger: Beleño
Las virtudes del beleño son parecidas a las de la belladona. Se combatían los dolores de muelas y el asma. En Sikim (India) se usa además para enfermedades nerviosas. En medicina tradicional china se fuman las semillas del beleño para la tos, asma bronquial, reuma y dolores de estómago.
En Europa el beleño se ha usado desde antiguo como analgésico y antiespasmódico, contra los dolores de tripas, la tos irritante, el dolor de muelas, neuralgias, inflamaciones del bajo vientre, y en forma de cigarrillos contra el asma.
En algunos países las farmacias venden parches adhesivos de beleño, que se ponen detrás de las orejas para evitar el mareo mientras se viaja. Si las mujeres incineradas como “brujas” en la Edad Media levantaran la cabeza y vieran el uso actual de su beleño alucinógeno…¡alucinarían!.
Lophophora williamsii: Peyote, jíkuri
Para los nativos norteamericanos y mexicanos este cactus sagrado es la medicina por excelencia, su nombre en dakota es peyuta (pejuta) que significa medicina: ayuda al parto (Ott 2000), tratamientos de infertilidad, para revigorizar a los ancianos; en México se venden pomadas de peyote contra la artritis, reuma, pleuresía, resfriados, gripe, espasmos nerviosos, parálisis, ceguera, desórdenes del oído, dolores diversos; el cactus quita el hambre y la fatiga, alivia desórdenes intestinales, diabetes, picaduras de serpiente y escorpión, envenenamientos de Datura (Gottlieb 1977), fiebre, tuberculosis, insolación (Berger 2004), antibiótico eficaz contra bacterias resistentes a la penicilina (Ott 2000). Rodajas frescas del cactus se colocan en la cabeza para aliviar el dolor o la insolación. Cocimientos del cactus se aplican en forma de enemas para bajar la fiebre alta. Una tintura de peyote se hace con 50 gramos de cactus seco pulverizado. Se humedece con un poco de agua y se le añaden 100 ml de licor de alta graduación (ron, vodka,…), se echa en una botella cerrada y se deja reposar dos días. Se filtra y del líquido filtrado se toman 30 gotas tres veces al día, por ejemplo para enfermedades cardíacas.
La pomada de peyote se puede comprar en México, a unos 40 pesos el frasco.
Ya se sabía que el consumo ritual periódico del cactus sagrado había conseguido apartar a miles de nativos del alcohol, ahora además hay constancia científica gracias a la investigación médica del doctor John Halpern, de la Universidad de Harvard, que demuestra que los consumidores de este sacramento abandonaron el alcoholismo y recuperaron facultades perdidas por la bebida, gracias al consumo habitual de peyote en sus ceremonias (http://mind-surf.net/drogas/peyote/).